Una de las cosas que más me ha gustado del archivo de artista de Pinto mi Raya es que es una herramienta viva que nos permite reactivar los documentos, convirtiéndolo en un dispositivo que sirve para sacudir la memoria y llevar a nuevas creaciones, que no es lo que generalmente sucede en los archivos oficiales.
Durante nuestro agitado viaje a Londres y Belfast en mayo de 2019, Mónica y yo no perdimos la ocasión para hacer performance. De por sí las organizaciones con las que trabajamos nos diseñaron agendas cargaditas, pero cualquier oportunidad nueva que surgía la tomábamos. Como les platiqué en Viaje de reconocimiento: la exposición , tuvimos la oportunidad de reactivar piezas que nos son muy importantes: Abrazos, Yo no Celebro ni Conmemoro Guerras y Las bodas y el divorcio. Las tres son piezas vivas, activas e íntimas que nos permiten convivir y dialogar con el público.
Ya para cuando llegamos a Londres y a Belfast ya llevábamos traducido los gafetes con las historias de abrazos que nos regalaron nuestros amigos en 2008 a través de FB para llevar a dos festivales de performance en Israel y en Rumanía y aquí en la CDMX.
El performance Abrazos se reactivó en tres ocasiones: En Londres dos veces en la galería Chalton de Javier Calderón el día de la inauguración y el 13 de mayo y en Belfast el 11 de mayo en la galería Pollen.
En Pollen, una de las artistas performancera y miembro del estudio y galería Pollen, realizó una acción donde conversaba mientras tejía. Su acción duró alrededor de unos 35 a 45 minutos.
Foto: Víctor Lerma
Nosotros iniciamos la acción de Abrazos con una pequeña explicación del performance, les repartimos sus gafetes con las historias de abrazos significativos que nos regalaron nuestros amigos en México a través de FB para llevar a otros países, involucrando a las personas presentes. Al final, hubo una ronda en la que les invitamos a compartir abrazos que hubieran sido significativos para ellos y ellas y, como suele suceder cuando se activan los recuerdos, muchos nos conmovimos. Siempre es interesante hacer esta pieza en otras culturas ya que la proxemia en cada lugar es muy diferente. Para nuestra sorpresa, o quizá no debería sorprendernos, los irlandeses resultaron cálidos, apapachadores y generosos a la hora de compartir sus historias.
Víctor Lerma
24 de octubre de 2019, CDMX