KIT DE ESQUINA

Trabajar el archivo me ha llevado a repensar mi obra y, a partir de este ejercicio, realizar nuevas piezas. Hace unos meses la abogada Nora Cortés Fernández y el Arquitecto Juan Pablo Hernández Ávila, quienes conocen bien mi trabajo, me invitaron a proponerles un proyecto de mural para su departamento y decidí partir de las ideas de los dibujos que documentamos recientemente como parte de los trabajos en el Archivo de Pinto mi Raya, como parte de El Kit.

El proyecto me entusiasmó mucho porque es un reto técnico ya que lo estoy haciendo a partir de pequeños dibujos integrados al muro y hay que encontrar cómo hacer que no se deterioren con la humedad o el contacto con los materiales de construcción.  Pero también me entusiasma porque lo estoy haciendo para dos personas a quienes estimo mucho.  

Ellos querían una pieza grande en su pared, pero les sugerí que sería más interesante realizar un multi-cuadro que abarcara toda la pared que ellos querían.

Empecé inmediatamente a hacer un boceto que diera idea de la escala del proyecto. Después procedí con los dibujos. A lo largo del proceso he contado con la asesoría en cuanto a lo arquitectónico de Juan Pablo y la documentación fotográfica es de Antonio Juárez.

Actualmente están haciendo las calas sobre el muro para insertar los dibujos.

Víctor Lerma, octubre 2018.

 Una parte de Raya quincenal

Por fin, en Pinto mi Raya, logramos digitalizar los 25 años del proyecto Raya: crítica, crónica y debate en las artes visuales, el proyecto que nos llevó a reunir la crítica de arte y los textos de opinión en los principales diarios nacionales entre 1991 y 2016. Gracias a un apoyo del PAC y la generosa ayuda de Maribel Escobar Varillas, Tonantzin Arreola y Yuruen Lerma, lo logramos. Ufff, doble Ufff.

 Hoja de catalogación PmR  

Sin embargo, el proyecto también se debió al invaluable apoyo de Toño, inquebrantable desde siempre. Escribir esta nota me es muy difícil e importante ya que Antonio Mayer falleció en mayo pasado y esta es una pequeña forma de reconocer su generosidad y mostrarle mi cariño.

En primer lugar Toño era mi cuñaooo, el hermanito chiquito de Mónica quien siempre estuvo ahí, apoyándonos en todas nuestras travesuras conceptuales en el arte, entre otras cosas, con una crítica puntual alrededor a nuestras propuestas y proyectos.

Uno de estos proyectos fue, precisamente, el de la digitalización de Raya que se llevó a cabo en su totalidad en Diestro, su empresa. Y esta no fue la primera vez que nos ayudó con un proyecto de digitalización ya que también nos prestó su equipo para Archivo Activo, proyecto de 2011 en el que reunimos los materiales de 10 temas que nos interesaban particularmente, entre ellos: mujeres artistas, arquitectura, performance y educación artística. 

Yo llegaba a la oficina a eso de las ocho de la mañana para empezar lo más temprano posible y no interferir con las labores del lugar.  El personal de limpieza me dejaba entrar a la oficina de Diestro. Ya después el detector digital me reconocía y podía ingresar sin ninguna bronca.

Yo me iba directamente al escritorio que me designaron para poder tener ahí los sobres de Raya y mi computadora.

  Quincenas en sobres y en cajas 

Inmediatamente me iba al cuarto donde se encontraba la fotocopiadora y empezaba a escanear página por página cada uno de los textos de las 600 quincenas.

Me tomaba entre 7 a 15 minutos realizar el escaneo de una quincena y mientras lo hacía, iba llegando el personal de Diestro y empezaban a darme carrilla o vacilar ya que me encontraba en un rincón o cuevita en medio de todos los cables y equipo de transmisión digital y papelería de oficina.

Mientras estaba haciendo varias cosas como digitalizar y luego poner lo digitalizado en formato PDF, TIFF, JPG, en la compu llegaba Toño a saludar y, como era su costumbre, a vacilar con todo mundo y yo no era la excepción. Aunque ahí enfrente de todos no podía darle un revire a sus comentarios, ya después me metía a su oficina y nomás soltábamos la carcajada.

Digitalicé 600 quincenas, más de  35,000 mil artículos. En otras palabras, pasé mucho tiempo en la oficina.:

 Un USB que mide 8.3 x 5.2 cm. Foto: Tonantzin Arreola

Con el personal de Diestro fui creando una relación amistosa, compartiendo chismes, el cafecito y hasta un “me acuerdo cuando”.  Era a todo dar.

Ya para cerrar y no olvidarlo nunca, quiero darles las gracias y un abrazo forever a Mayra Verónica y Vincent García, la recepcionista que siempre sabía dónde estaba todo mundo y a Miguel Ángel González Ramírez un tipazo que conoce cómo salir de los atorones electrónicos y cibernéticos. Toño siempre tendrá un lugar especial en mi corazón y en mi memoria.

Víctor Lerma.       Octubre 2019, CDMX

Los documentos fotográficos en el archivo Pinto mi Raya son muchos y variados en formatos y en temáticas: hay fotografía con fines familiares: viajes, vacaciones;  negativos de la obra fotográfica (1974-1985), diapositivas e impresiones en las que está documentada la obra de performance, la de arte conceptual aplicado y también parte de la gráfica, ya sea propia, de Mónica Mayer o colectiva. También hay constancia de la obra de otros autores mexicanos de la generación de los grupos, como el No Grupo, Grupo Março, y Polvo de Gallina Negra; existen imágenes sobre fotografía y arte mexicano, dentro de esto se encuentran Gunther Gerzso, Manuel Felguérez, Miguel Suazo, Daniel Manrique, Helen Escobedo, por mencionar algunos. También es posible encontrar obra de autores con los que hemos coincidido en el contexto de festivales o eventos en los que hemos participado: como Seiji Shimoda, Robin Crosier, Isidoro Valcarcel, Bartolomé Ferrando, Stelarc, entre otros. Por otro lado también existen registros de obra de talleres o eventos que hemos organizado y allí es posible encontrar obra de Katnira Bello, Elizabeth Romero, Elvira Santamaría, Víctor Muñoz, Martha Hellion, Luis Orozco, Pilar Villela.

Como parte de la investigación para Kit de Esquina: Interposiciones visuales y desdoblamientos del archivo Pinto mi Raya y con el apoyo de Maribel Escobarr Varillas que es quien sabe bien de estos menesteres decidí que comenzáramos a aproximarnos a  los documentos fotográficos a través de las diapositivas.  Este formato tiene la conveniencia de estar en positivo, a color y que tiene una gran nitidez y calidad. Aparte de esto, en el archivo las diapositivas se encuentran organizadas juntas porque durante muchos años las usamos para dar conferencias, por lo que necesitaban estar lo mejor organizadas posible.  Las guardábamos en carpetas o en cajas por tema, lo cual ha facilitado el proceso de trabajo ya que, por el contrario, parte de las impresiones o negativos están dispersos, agrupados por proyecto en expedientes o en sobres.  

Para poder llevar a cabo la revisión de esta parte del archivo comenzamos reconociendo el material, dimensionando qué cantidad de diapositivas existen y su estado. También fue importante ver cómo las hemos organizado, lo cual ha sido por proyectos y por uso de los documentos. Por el momento tenemos localizadas más de 5000 diapositivas.

Comenzamos a revisar y a trabajar las diapositivas vinculadas con Pinto mi Raya, revisando el material, organizando, reconociendo y registrando las imágenes. A partir de esta revisión hemos observado lo siguiente:

• A pesar de que en un inicio los grupos de diapositivas quedaron reconocidas por proyecto, en algunos casos hay diapositivas ´coladas´ o cuyo sentido o relación es difícil de entender.
• Existen diapositivas que quedaron con señalamientos reconocibles: anotaciones, nombres o sellos que identifican a los autores de la fotografía, los lugares u otros datos, pero en otros casos las diapositivas quedaron sin marcar y entonces hay que hacer un proceso de memoria y de revisión de otras carpetas y expedientes del archivo.
• Es posible reconocer qué diapositivas hemos usado en conferencias o en talleres porque las marcamos en un costado para saber su sentido correcto a la hora de ponerlas en el proyector.
• Nos hemos sorprendido con materiales que no recordábamos tener y también hemos disfrutado este proceso de memoria de redescubrir el archivo a través de las diapositivas en un momento en que las imágenes se almacenan en dispositivos electrónicos.

A partir de esto, hemos hecho lo siguiente:

• Organizar las diapositivas por proyecto y de acuerdo a una estructura que le dé sentido a cada obra o proyecto, por ejemplo, en “De crítico, de artista y loco…” (1995), obra en la que invitamos a críticos a hacer obra y a artistas a hacer crítica, se han reconocido y separado las diapositivas de acuerdo al autor de cada obra realizada; en “Justicia y Democracia” (1995), por otro lado, es posible ver las diversas secuencias y partes de la obra.
• Se han limpiado las diapositivas con una perilla de aire y una brocha
• Se han cambiado las diapositivas de guardas, ya que las originales estaban sucias, en algunos casos y en otros, las guardas no las ideales para preservarlas a largo plazo. Las actuales son calidad archivo.
• Se han reacomodado las diapositivas, ya limpias, en carpetas de polipropileno, especiales para la conservación de materiales fotográficos.
• Se ha hecho un registro por serie fotográfica, quedando consignados los datos más importantes: título, autor del documento y de la obra, fecha, cantidad de diapositivas, lugar, entre otros.

Por el momento, las más de 400 diapositivas que hemos trabajado corresponden a el trabajo de Pinto mi Raya. Continuaremos localizando las que pertenezcan a esta categoría y después trabajaremos y revisaremos otras. Progresivamente, con el registro y con la reorganización podré definir qué imágenes pueden ser digitalizadas y reproducidas para formar parte del Kit de esquina.

Víctor Lerma, CDMX, octubre de 2019.